Gmail – Tu lista de tareas está en tu Inbox

En muchas ocasiones nos obsesionamos en hacer listas para gestionar el trabajo que tenemos pendiente. El problema de la lista de tareas es que hay que escribirlas, hay que tacharlas, no hay que perderlas, ….

En esta entrada del blog ya expliqué que yo no suelo usar listas diarias.

Pero en cambio si que utilizo mi Inbox o bandeja de entrada para saber todas las tareas que tengo pendientes.

Con esta espero empezar una serie de entradas en el blog con consejos para sacar el máximo rendimiento a nuestras cuentas de Gmail.

El Inbox es tu lista de tareas
El Inbox es tu lista de tareas

Gmail

Seguro que existen otros grandes gestores de correo pero yo utilizo exclusivamente el Gmail para gestionar mis correos (gestiono más de 10 cuentas).

Como hacer esto y las ventajas que conlleva tenerlo todo centralizado ya lo explicaré otro día.

La cuestión es que en la bandeja de entrada tengo (casi) todas las tareas pendientes en forma de correo.

Entonces, ¿porque crear una nueva lista si ya la tengo creada en el correo? Yo creo que no es necesario.

En el inbox tienes todo lo necesario

No sé cómo funcionareis vosotros, pero a mi todo el trabajo me llega por correo electrónico. Un cliente con una pregunta, un mensaje de un compañero que pide ayuda, algún familiar recordándome algún evento, …. Muchos de estos mensajes acaban generando una tarea que requiere mi atención e intervención.

Así que ya os podéis imaginar que no soporto tener la bandeja de entrada del correo llena de mensajes.

Cada vez que me llega un correo, lo leo, decido si requiere mi atención y decido si archivarlo o gestionarlo.

Si lo archivo, au revoir, ya no pienso nunca más en él.

En caso de decidir gestionarlo, lo dejo en el Inbox hasta que puedo dedicarle el tiempo necesario y atenderlo.

[box] … terminar un día sin ningún mensaje en el Inbox es un reto, y en caso de conseguirlo, es un éxito[/box]

Si alguna tarea me llega por correo, sino que viene a raíz de una llamada, o de cualquier otro modo, yo mismo me mando un correo con aquello que debo hacer.

Entonces, terminar un día sin ningún mensaje en el Inbox es un reto, y en caso de conseguirlo, es un éxito.

Las malditas benditas pestañas de Gmail

Ahora ya hace un tiempo Google decidió que para nuestra comodidad era necesario que tuviéramos hasta 5 pestañas que nos dividían la bandeja de entrada, en las cosas importantes, y todo el resto.

En su momento muchos usuarios se quejaron bastante porque aquello les cambiaba la manera de gestionar su correo. Yo me lo miré con escepticismo pero decidí darle una oportunidad.

[box] … los correos que no son importantes ya no van a parar a mi Inbox …[/box]

Ahora, con el tiempo, me resulta de gran ayuda porque los correos que no son importantes ya no van a parar a mi Inbox principal, si no que se autoclasifican en alguna de las pestañas de las que dispone.

De esta manera toda la publicidad ya no la veo en la bandeja de entrada, los mensajes de los foros, los correos de los blogs a los que estoy suscrito, los correos autoenviados de las redes sociales, …. Y en la bandeja de entrada solo me llegan los correos importantes.

Si, de acuerdo, a veces se equivoca.

Pero basta con arrastrar los mensajes a la pestaña correspondiente (aquella donde quieres que te entren esos correos) y Gmail aprende para las siguientes veces.

Conclusión

No es necesario buscar nuevas herramientas para ayudarnos a trabajar mejor, de manera más eficaz.

Basta con saber aprovechar todo el potencial y recursos de aquellas que ya usamos de manera habitual.

¿Qué trucos usais vosotros para gestionar vuestra lista de tareas?


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Por qué debo usar estándares

Por qué debo usar estándares
Por qué debo usar estándares – Xavi Gaya

Usar estándares es tan solo una opción que tenemos. Su uso es de libre elección, pero en esta entrada intentaré explicar la importancia que tienen y a imaginarnos un mundo donde no existieran estándares.

La estandarización fue algo que nació de la necesidad.

La necesidad de entenderse.

La necesidad de comunicarse.

La necesidad en ponerse de acuerdo las personas.

Y es así como ha llegado a existir estandarización en casi todos los objetos que nos rodean, aunque ni siquiera nos demos cuenta de ello.

La importancia de los estándares

Hace unos años, en mi lugar de trabajo, me brindaron la posibilidad de participar en unos cursos de formación para la estandarización de la impresión de periódicos -sí, existe un estándar para ello- dónde los periódicos de toda Europa (de todo el mundo en realidad, pero con matices en cada continente) intentaban ponerse de acuerdo para imprimir los periódicos bajo unos mismos criterios de calidad.

La idea era que se quería ofrecer a los clientes una fiabilidad en los resultados de los impresos, independientemente del lugar de impresión.

En este caso el estándar ya estaba creado, pero a pesar de existir un estándar ISO (ISO12647-2) las imprentas no llegaron a ponerse de acuerdo en el uso de este estándar, porque cada una de ellas tenía su propia manera de trabajar, y a su entender, les funcionaba bien.

Pero fuimos muchos los que aprendimos una manera más correcta de trabajar gracias al estándar, y nos permitió acercarnos en calidad a los resultados de una gran mayoría de las imprentas. Además nos proporcionó herramientas de medición y corrección de las desviaciones, y por lo tanto, de mejora.

Pero, lo que estas imprentas que huían del estándar no querían entender, es que los mismos trabajos impresos en imprentas que usaban el estándar, quedaban diferentes de los suyos, y esto nos perjudicaba a todas las imprentas, pero especialmente a nuestros clientes. Estas empresas no tenían cultura del win-win.

Ahora, pongámonos en el lugar del cliente.

Si nos imaginamos que somos un cliente que quiere imprimir el mismo periódico en diferentes plantas de impresión, repartidas por diferentes puntos geográficos, esperará que todos los periódicos (o la gran mayoría de ellos, ya que hay unas tolerancias) salgan impresos igual, con la misma calidad, en todas las diferentes plantas donde se imprima. Si algunas se desmarcan del estándar, confundirán al cliente y todos (incluso ellos) quedaremos mal.

Nosotros, por nuestra parte, decidimos adoptar el estándar, y en muy poco tiempo vimos los resultados. El número de reclamaciones  de clientes cayó en picado, y en las reclamaciones que nos presentaban, teníamos una explicación coherente y con el respaldo de los datos técnicos para darles, y explicarles el porqué no habían obtenido los resultados que ellos esperaban, y cómo podíamos solucionarlo.

Fue entonces cuándo supe por qué debo usar estándares siempre que pueda.

Un mundo sin estándares

Este es tan solo un ejemplo de estandarización, pero los estándares llegan a todas las industrias y sectores.

¿Os podéis llegar a imaginar un mundo sin estándares? Para ello os voy a plantear varios casos reales genéricos de uso de estándares, y casos reales más concretos del no-uso de estándares. La mayoría de objetos cotidianos hacen uso de varios o mucho estándares sin darnos cuenta.

Ejemplos de uso de un estándar

Estos son algunos de los que se me ocurren. Algunos serán de obligada aplicación porque pueden afectar a la salud de las personas, pero la mayoría de ellos los nombro de manera genérica:

  • Sistema métrico. Seguramente es uno de los más importantes, aunque hay países que no lo usan. Sin él, todavía estaríamos en la edad media, midiendo cada país, ciudad, región, todos con su propio sistema. Sin duda, fue de gran importancia para el desarrollo de la revolución industrial. No fue oficialmente implantado hasta finales del siglo XIX.
  • En los coches: sillitas de bebe, neumáticos, medición de rendimiento, tubos, tornillos, …
  • En casa: las bombillas, voltajes eléctricos, calidad del agua, productos de limpieza, …
  • En la tecnología: todos los conectores (USB, VGA), cargadores de móvil (desde hace poco), creación de páginas web, …

Casos reales de no-uso de un estándar

Apple Lightning to USB Cable
Ejemplo de conector estándar y no-estándar — photo credit: unten44 cc

Por otro lado existen industrias que no han llegado a ponerse de acuerdo en la creación de un estándar, o que son muy nuevas, o empresas que han decidido desmarcarse del estándar y ir por su cuenta.

En la industria tecnológica hay algunos casos recientes muy concretos: Apple con algunos de sus conectores y sistemas, IBM hace años con sus tornillos que te obligaban a usar exclusivamente su Servicio Técnico, …

Ahora imaginaos que cada uno de los objetos que usamos no estuviera sujeto a estándares:

  • Cada gasolinera tendría su manguera exclusiva que solo iría bien en determinados coches
  • Los enchufes de casa no servirían porque cada aparato tendría su propio conector, y todos serian diferentes
  • No podríamos usar los móviles porque cada fabricante de los aparatos usaría su frecuencia y su propia tecnología incompatible con la de los operadores de telefonía
  • … y seguro que existen más ejemplos que desconozco

Y estos son solo algunos ejemplos simples y absurdos, pero cotidianos del uso de estándares.

Conclusión

Debemos recordar que un estándar no es más que algo que sirve como patrón, referencia o modelo, y no siempre tiene que ver con organismos reglamentados, con certificaciones, …. Si un grupo de personas o empresas consiguen ponerse de acuerdo en usar un mismo método o sistema, se puede crear un estándar de facto.

La necesidad de tener sistemas, tecnologías, metodologías, …  compartidos ha permitido que nuestra vida cotidiana, que el desarrollo de la industria, que nuestro trabajo sea más fácil.

Por eso animo siempre a todo el mundo a usar estándares, a buscar metodologías definidas, a buscar patrones de uso, …. En cuantas más cosas consigamos ponernos de acuerdo, más fáciles serán para todos nuestras tareas, y mayor será el grado de productividad.

 

¿Conoces más ejemplos de uso de estándares? ¿Y de no-uso de estándares?


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